Liderazgo femenino: La niña que incómodo a todo Wall Street
No tenía traje.
No tenía cargo.
No tenía poder político, ni acceso a salas de decisión.
Pero ahí estaba.
De pie.
Inmóvil.
Frente a uno de los símbolos más agresivos del poder económico global: el toro de Wall Street.
Con la barbilla en alto y las manos firmes en la cintura, la “Niña sin miedo” no gritaba.
No empujaba.
No explicaba.
Solo sostenía.
Presencia. Dignidad. Coraje.
Y en ese acto silencioso… incomodó al mundo.
Pero el impacto simbólico que generó fue incalculable.
Mujeres líderes
estamos acostumbradas a ocupar espacio solo si lo justificamos. La “Niña sin miedo” no solo desafiaba a un toro. Desafiaba un modelo entero de liderazgo. Uno donde la fuerza no se mide por volumen. Si no por presencia. Por coherencia. Por la decisión de no moverse… aunque tiemble el suelo.¿Y si tu liderazgo fuera así?
Sin necesidad de gritar.
Sin tener que encajar.
Sin pedir permiso para ser quien eres.
¿Y si liderar fuera, precisamente, dejar de justificarte? ¿Y si tu poder no tuviera que copiar un molde masculino para ser legítimo?
Desde HEMPOWER creemos en un nuevo paradigma:
— Donde las mujeres no tienen que elegir entre ser escuchadas o ser auténticas.
— Donde liderar no es resistir, sino recordarte.
— Y donde tu voz no es demasiado, ni tu emoción, una debilidad.
Es lo que cambia el curso del río.
Hoy, esa niña de bronce sigue ahí.
Desafiando símbolos. Incomodando sistemas. Recordándonos que el liderazgo femenino auténtico no pide permiso. Y tampoco se disculpa.
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